Este artículo fue publicado originalmente en AIJourn.com
Los avances en la tecnología de las comunicaciones están ayudando a acercar al mundo sin necesidad de salir de casa.
Como empresa que prioriza el trabajo remoto, muchos de nuestros colegas viajan virtualmente por cinco continentes antes del almuerzo.
Desde grandes corporaciones y ONG hasta pymes y autónomos, todos pueden acceder a servicios de traducción en directo, lo que facilita enormemente la atención a públicos de todo el mundo. Además, reduce la necesidad de desplazamientos de los intérpretes, minimizando así los costes y el impacto ambiental.
Sin embargo, a medida que los eventos se digitalizaron durante la pandemia, la necesidad de interpretación lingüística se disparó. Se prevé que la demanda siga creciendo a medida que el mundo continúa conectando y realizando negocios en entornos híbridos, y las empresas se ven obligadas a encontrar nuevas soluciones para atender a públicos internacionales y dispersos.
Los beneficios de tecnologías como la interpretación simultánea remota se aprecian no solo en la proliferación de eventos en línea, sino en cualquier tipo de organización. Desde conferencias tradicionales hasta asambleas públicas, sesiones de formación y ruedas de prensa: la transición de las configuraciones tradicionales con apoyo presencial de intérpretes y hardware de conferencias ha dado paso a la interpretación remota en la nube.
Este cambio en la forma de organizar los eventos ha abierto oportunidades inexploradas para invitar y conectar con los asistentes. Muchos disfrutan de poder conectarse desde cualquier lugar, pero para quienes prefieren la emoción de estar en persona, los eventos híbridos son cada vez más populares para satisfacer las necesidades de ambas partes.
Sin embargo, la globalización de los eventos podría provocar pronto una escasez de intérpretes cualificados capaces de satisfacer la creciente demanda.
Para ayudar a combatir la situación, los avances tecnológicos están facilitando la captura, transcripción y traducción precisa del habla de un idioma a otro. Más específicamente, una combinación de dos tipos diferentes de tecnología de Inteligencia Artificial está haciendo que las soluciones lingüísticas sean más accesibles, estén al alcance de la mano y con poca antelación.
Juntas, las tecnologías de reconocimiento automático de voz (ASR) y traducción automática (TA) pueden transcribir y traducir el habla en directo. Los asistentes reciben subtítulos en tiempo real que pueden activar y desactivar según su idioma preferido.
Esto significa que las conferencias ahora pueden admitir a cualquier tipo de participante: no solo a quienes no entienden el idioma del anfitrión, sino también a personas sordas o con dificultades auditivas, a quienes simplemente prefieren subtítulos o subtítulos, y a cualquiera que se una desde entornos ruidosos, como cafeterías o mientras viaja.
La traducción automática es un paso significativo para derribar las barreras lingüísticas y lograr que los eventos sean inclusivos para todos. Pero ¿dónde encajan los intérpretes en esto?
Es importante recordar que, si bien la tecnología es perfectamente capaz de funcionar por sí sola, siempre habrá momentos en que se necesiten intérpretes. Así como los sistemas de traducción asistida por computadora generaron más trabajo para los traductores, la demanda de intérpretes solo crecerá con el avance de la automatización.
Por ejemplo, en eventos globales a gran escala, donde las traducciones de uno a muchos tienen más sentido, o durante conferencias médicas o legales más técnicas, donde se necesita contexto y experiencia adicionales.
Además, como sabemos, la tecnología no siempre es perfecta. A veces, se trata de cómo alguien dijo algo, en lugar de qué dijo específicamente, y es difícil para una máquina detectar estos cambios y traducirlos. Además, el idioma cambia rápidamente y puede haber nuevas palabras, frases o abreviaturas que aún no se han descifrado.
También hay aspectos técnicos que implican que siempre se requerirá un toque humano. Las traducciones automáticas se basan en el uso de grandes volúmenes de datos lingüísticos para interpretar rápidamente lo que se dice. Así que, si los datos no están disponibles desde el principio, o si no hay suficientes para los idiomas menos hablados, la situación puede complicarse rápidamente.
Por eso, a pesar de las rápidas y significativas mejoras que hemos visto en la traducción automática, sigue habiendo un lugar para los seres humanos. La traducción automática ayuda a eliminar los elementos robóticos y repetitivos para los intérpretes, y con razón.
Según la Organización Mundial de la Salud,
la interpretación de conferencias es el tercer trabajo más estresante del mundo La tecnología simplemente está ahí para cuando no se puede recurrir a los intérpretes. Como este artículo de la BBC : «Los ordenadores más potentes del mundo no pueden realizar una interpretación precisa en tiempo real de un idioma a otro. Sin embargo, los intérpretes humanos lo hacen con facilidad».
Los intérpretes y traductores pueden ayudar a preparar las máquinas para una mayor precisión, por ejemplo, mediante la creación de glosarios de términos, nombres o abreviaturas específicos del contexto.
La traducción automática avanza a toda máquina, con ejemplos de tecnología de transcripción automatizada que se integra directamente con software de videoconferencia como Zoom o Teams.
Los organizadores pueden proporcionar idiomas a quien desee asistir, desde cualquier país y con gran rapidez. Los asistentes pueden disfrutar de la interpretación en su lengua materna mientras se involucran plenamente en un evento a su medida.
Con la traducción continua, las barreras lingüísticas podrían ser cosa del pasado. Si logramos seguir mejorando la tecnología y simplificar un poco la vida de los intérpretes, todos saldremos ganando.